11

Hubo un profundo estruendo y una nube de polvo se elevó en el aire. Las latas de pintura se dispersaron por el suelo tiñendo de color las paredes y el piso como si pertenecieran a un mundo mágico.

Respiré en el polvo y tosí, conforme avanzaba el tiempo la tos alivió mi pecho hasta relajarme.

Después de oír de una explosión de polvo y ver la aspiradora allí, no había ninguna razón para esa precaución, es de hombre fuerte dejarlo así. Era el resultado exacto que había predicho.

Abrí la ventana hacia el almacén, tomé una pala que había caído cerca y fui a preguntarle al magullado Madarai un par de cosas. En cuanto lo enfrenté intenté permanecer  fuerte, pero mis piernas estaban temblando y mis manos estaban cubiertas de sudor.

― “Holaaaaaa…” tímidamente, miré a través del espacio bajo el estante hacia sus profundidades. Madarai estaba atrapado entre el estante caído y el piso como el relleno en un sándwich. Aunque parecía como si estuviese aún consciente, me miró con ojos débiles.

― “R-Realmente estaba jugando en tus manos….” Debe ser sólo porque su pecho estaba siendo aplastado, pero su voz sonó presionada. “P-Pero… ¿por qué no hubo una explosión? Cuando el estante cayó… d-debería haber habido suficiente estática para crear una chispa…”

Reforcé mi agarre sobre la pala y respondí.

― “Ah, ese polvo era polvo de cemento, no es inflamable….”

― “¿…Polvo de cemento?”

Reajusté mi agarre en la pala para que así pudiese abrir mi diario con mi ahora mano libre.

― “Uh, veamos… Los requerimientos para una explosión de polvo son polvo combustible, oxígeno y una fuente de encendido… El polvo de cemento no está oxidado así que no enciende. En otras palabras no puedes tener una explosión sin el polvo… o algo así.”

― “Así que… tú sabías eso…”

― “Aquí dice que el señor que posee este  almacén es terriblemente hablador… Parece que disfruta mantener conversaciones de tipo monólogo con cualquiera que ve… ¿No es extraño que le dijese todo eso a una estudiante de secundaria? Parece que gracias a él fui salvada, aunque me pregunto si debería estar agradecida…” Cuando giré la página de  mi cuaderno continué hablando. “Resulta que, este señor tiene un interés en «hacer todo por su cuenta», y disfruta haciendo cosas por sí mismo.  Así que parece que todo el polvo de cemento que compra es almacenado aquí.”

― “A-Así que… Lo mencionas como un señuelo…”

― “Sí, así podría conseguir que tiraras la aspiradora.” Mientras continuaba mirando a mi diario asentí enérgicamente. “Ah, por cierto, ¿has visto una película llamada «Home Alone»? La trampa que usé vino de eso. Es un truco donde hay una soga situada justo en el punto exacto cuando jalas de la aspiradora, los estantes se caen. Oh sí, y esparcí un poco de cemento en polvo en la soga para esconderla. Pero como la soga que usé ya era más o menos blan-”

― “…. Eso es suficiente.” Madarai me  interrumpió en una voz débil. “A-Al final… ¿Tu triunfo real era así de engañoso…?”

― “Hmmm,  quizás no un triunfo. Es decir, al final de «Solo en Casa» en realidad es un adulto que pasaba quien le da el golpe final a los ladrones y no  Culkin-kun. Es lo mismo en la secuela también. Así que en realidad mi triunfo real seria que alguien viniese a salvarme-”

― “Lo entiendo… Así que cállate ya…” Madarai lucía como si estuviese harto de escucharme hablar. “P-Pero… ¿No es muy temprano para celebrar tu victoria?”

― “…. ¿Sí?” Sorprendida respondí de forma extraña y el ánimo cambió. “Hm… ¿A qué te refieres?”

― “Yo a-aún… no he mostrado mi carta del triunfo… Eso es a lo que… me refiero…”  Mientras decía esas palabras, Madarai quedó en silencio.

Intenté interrogarlo un poco más, pero no respondió. Parece que perdió la conciencia. Dejándome con una sensación de un poco de indecisión, leí en mi diario que respirar grandes cantidades de polvo de cemento puede dejarte con  neumoconiosis, debería salir de aquí.

Tan pronto como dejé el depósito, el peso se aligeró en mis hombros y sentí un humor refrescante.

Bueno, puedo dejárselo al departamento de seguridad para que se ocupen de él. Apuesto que una vez que atrapen a ese criminal, todo se asentará en su lugar otra vez.  Seguramente atacar a una chica joven como yo es un crimen que por lo menos vale la expulsión, después de que lo encuentren-

― “…..Ugweh” Escuché un sonido de sollozo, suficientemente tranquilo para tratarse de un animal pequeño. Me di cuenta rápidamente de que se trataba de mí.

Mi garganta se cerró. Algo robusto se había cerrado alrededor de mi garganta y no podía respirar…

¿Qué está pasando?

¿Qué está ocurriendo?

En mi estado de confusión de alguna forma me di cuenta que había un poste de teléfono negro frente a mí.

¿Pero por qué está allí un poste de teléfono?

Sólo para añadirlo a mi confusión, cuando levanté la vista, en la parte superior del poste de teléfono había un rostro puramente blanco. Se supone que es un rostro humano. Parece un rostro familiar.  Puedo ser olvidadiza pero ese es un rostro muy familiar. Porque ese rostro es-

El rostro del hombre que fue sepultado bajo un estante sólo hace unos momentos, era Madarai.

― “… Pareces en shock.”

Pero no estaba herido en absoluto, su ropa no tenía ni una mota de tierra o algo sobre ellas.

― “Sé lo que estás pensando, ‘¿Por qué el hombre que derroté en el depósito tan sólo hace un momento está de pie frente a mí estrangulándome?’… ¿No es así?”

La boca de Madarai se dividió en una gigante sonrisa.

― “Recuerdas ese triunfo que mencioné… Esto es parte de eso.” Entrecerró sus ojos y me miró de reojo. Me pude ver a mi misma reflejada en ellos. “De momento, sólo  romperé tus brazos y piernas… Será doloroso pero sopórtalo… Aunque antes que eso, sería inteligente si te desmayaras. Sería una molestia si empezaras a gritar.” Dijo con rudeza lugar de calma.

No me dejó ninguna posibilidad  para suplicar por mi vida mientras vagamente registré lo que estaba diciendo.

Madarai estrechó más su agarre en mi garganta y mi conciencia decayó más y más. Podía sentirme desvanecer y no podía sentir más mi cuerpo.

No puedo hablar más.

No puedo respirar más.

No puedo predecir más.

Mi diario resbaló de mi mano, mis ojos perdieron enfoque y mi visión se tornó borrosa, Madarai se distorsionó en el paisaje.

Así es, él se distorsionó.

Mientras su cuerpo se distorsionaba, se arremolinó en una espiral. El cielo se volvió la tierra y la tierra se volvió el cielo, sólo su cabeza se mantuvo igual… Luego se arrugó y caí a la tierra con un ruido seco.

Observé todo delante de mí.

Estaba titilando peligrosamente entre el dentro y fuera de mi conciencia como una vela, incapaz de determinar si lo que vi era real o sólo un sueño, pero estaba viendo algo.

― “¡Ghghghuhh!” Haciendo un sonido como una rana, Madarai cayó de su posición rápidamente. Tan pronto como cayó, saltó hacia arriba otra vez.  Sus propios ojos se traspasaron a su brazo derecho. Justo encima de su codo, su brazo se torció de forma extraña, como caramelo masticable.

No sé qué pasó realmente, pero Madarai se quedó mirando su propio brazo con sus ojos en blanco, lo notó rápidamente y entonces gritó.

― “H… HIGHYAAaaaaAAARGGHHH fghwaaaAAAAAAAA!!!”

Un grito espantoso lleno de confusión, miedo y dolor salió de su boca, y expulsó todo el aire de su cuerpo. En cuanto oí su grito, estaba en estupor, parada en el medio de un campo de batalla. Hablando de eso, no estoy del todo segura si estoy parada o recostada justo ahora. No estoy realmente  segura de nada, no estoy realmente segura de si oí una voz justo ahora.

― “Upupu, me pregunto si fue muy duro.” Dijo la voz, sonó cerca. “… Pero no tiene caso. Sería vergonzoso si murieses aquí. Después de todo, ¡eres la protagonista en esta escena por primera vez!”

Ahí fue cuando noté algo. Es extraño, no lo había notado hasta ahora. Una oscura sombra estaba parada en frente de mí. En la negra silueta noté otro rostro familiar.

Pero no puedo recordar.

No puedo recordar quién es.

― “Upupu, no puedes recordar quien soy, ¿no? Estoy absolutamente en lo correcto, sabes. Bueno, no tienes que preocuparte. Si miras profundamente dentro de ti lo recordarás pronto.” Rió y la voz de la sombra se atenuó de repente.  “Como sea, antes que nada supongo que necesito limpiar ese desastre.”

Después de decir eso…

Todo comenzó en un instante, y todo terminó en un instante.

Primero, ella ubicó una mano sobre la cabeza de Madarai, quien estaba todavía gritando como si estuviese roto. Con su mano empezó a golpearlo gentilmente. Madarai alzó la vista sorprendido, su expresión se mantuvo mientras su cabeza giraba haciendo un crujido y deteniéndose en un ángulo extraño.

No sé qué hizo, pero Madarai cayó, sin fuerzas.  Espuma roja salía de él sobre mis pies y convulsionó.

Ah, esto es un sueño.

Era una lucha mantenerme pensando correctamente, pero por alguna razón la atmósfera era mucho más relajante.

Así es, lo he decidido.

Esta escena desarrollándose es demasiado extraña para ser real, he decidido que debo estar en un sueño.

― “Upupupupu.” Así que la razón de que la risa esté retumbando en mis tímpanos, es porque esto es sólo un sueño.

Noté que la sombra negra estaba parada delante de mí otra vez. Esto tampoco no es nada diferente de un sueño.

― “Entonces, te recordaré quien soy… Así es, puedes llamarme «La Súper Estudiante de Preparatoria Nivel Desesperación»  Creo. Upupupu.” En cuanto dijo eso su rostro familiar apareció en su sombra.

Sus ojos eran de un muy profundo,  color oscuro. Parecían más como hoyos dirigiéndose hacia la oscuridad. En cuanto miré fijamente esos hoyos sentí que mi conciencia era extraída.

Dentro de esos hoyos había un negro puro sin fondo, lleno de barro. Fui succionada hacia su fondo y el barro erosionó mi cuerpo. En cuanto ocurría, podía oír una voz diciendo en la distancia…

― “¡Veámonos otra vez! ¡Entonces te mataré apropiadamente!” Sonó como si fuese una voz en la distancia, pero era una voz distinguible susurrando en mi oído.

Qué sueño tan extraño.

Con ese último pensamiento, mi conciencia se derritió en el hoyo completamente, y desaparecí.

Licencia

Icono para la licencia Dominio público

Esta obra (Danganronpa/Zero por Kazutaka Kodaka, Rui Komatsuzaki) no tiene restricciones de copyright conocidas.

Comparte este libro